19 marzo, 2010

Colectivo 2


Me persiguen! Sigo huyendo y no puedo casi mover el cuerpo, tengo terror hasta de mi cuerpo mismo, temor de que mi cuerpo me delate en un abandono de coraje y tenga que salir de esta sucia tina.

Van mas de tres días y no se que haya mas allá de la puerta, mi mundo, mi universo se reduce a tan solo un sucio baño inservible, una cortina y una tina que me oculta…se que estoy acorralada y muchas veces quisiera salir y dejar que todo acabe, que me lleve el diablo ¡Con tal que este maldito terror acabe! Pero es esa idea de Resiste! Resiste! No salgas aun no es tan tarde, Damian aun puede llegar…

El agua ya escasea, el alimento se ha reducido a dos mendrugos de pan, no se si estoy enloqueciendo, ¡No puedo dormir! La noches son mas largas, mas temibles que de costumbre, ¡no puedo dormir por todo! Por el rechinido de mis rodillas, por los malditos grillos que cuando callan puedo escuchar quejidos lastimeros de todas partes, gritos de niños y mujeres gritando, ¡Hay momentos en que rezo por solo escuchar los grillos!... Finalmente se habrán entregado –Me dice mi interior un tanto resignada y atemorizada al poder yo ser la siguiente-.

Dos noches con sus días y lo que va de este, Damian aun no vuelve, podría ser que lo hayan encontrado, ¡Que será de mi si el muere! Aun me queda el arma y varios tiros, Damian me dijo que la usara si fuese necesario, sin duda prometí hacerlo…la verdad es que soy una cobarde tan cobarde que el simple hecho de mirarla me congela de miedo, se que seria mas fácil levantarla y recargarla entre mis piernas con cañón fijo hacia mis sesos que usarla en contra de cualquier otro individuo, se que me llama esa arma, cada minuto que pasa veo mas factible…

Sigues Sara

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